Todas las teorías reflejadas en el parágrafo
anterior eran las más creídas durante los días posteriores al suceso. Aunque
el detonante del accidente aún seguía siendo confuso: las primeras
observaciones de los testigos revelaban un incendio en uno o más motores; otros se
mostraban asombrados al no entender el porqué del despegue del Concorde con tal
incendio. Se llegó a especular y todo de terrorismo.
Finalmente y como se ha podido comprobar, las tres sospechas eran inciertas.
Primero la del atentado terrorista, ya que las investigaciones no detectaron
ninguna sustancia química perteneciente a los explosivos. La causa del despegue
ya se ha mencionado antes, al superar V1 los despegues no pueden ser abortados,
por lo que se deben llevar adelante. De hecho, si el Concorde no hubiera
despegado una vez sobrepasada V1, hubiera acabado estrellándose contra el
césped del final de la pista o contra un 747 en el que el presidente francés
Jacques Chirac se encontraba a bordo. Y por último la de los motores, si nos
fijamos en la primera fotografía de la página anterior se puede comprobar
efectivamente que el fuego no procede del motor 1 ni 2, sino del mismo encastre
del fuselaje con el ala.
Inmediatamente después del accidente, los medios de comunicación se dedicaron a hablar de las grietas encontradas en algunos aparatos de la flota Concorde. Se llegó a pensar en un principio de que ésta fue la causa del accidente. Por supuesto se ha podido comprobar que esta hipótesis también era errónea, ya que las grietas son un fenómeno presente en todos los aviones, no sólo en los Concorde. A dicho fenómeno se le conoce como fatiga del metal que afecta no sólo a las alas sino a toda la estructura metálica. En seis de los siete Concordes británicos aparecieron estas grietas, forzando a uno de ellos (G-BOAE) a ser retirado de los vuelos hasta que fuera reparado, ya que las grietas alcanzaron la increíble amplitud de 5mm. Pero, en contra de lo que decían los periódicos, el F-BTSC accidentado se había pasado gran parte del año 1999 durante su revisión general y dichos problemas de fatiga habían sido solventados. Fuere como fuere, las grietas en el fondo no fueron la causa de este fatídico accidente.
Las investigaciones se dedicaron entonces a estudiar la pieza de metal encontrada en la pista. También hallaron junto a ella, un neumático con un tremendo corte y de inmediato se vinculó la pieza con el corte producido. Lo siguiente fue tratar de averiguar la procedencia del objeto metálico.
La placa de metal hallada en la pista y el
neumático
seccionado por el objeto metálico ajeno al Concorde.