Finalmente se descubrió que un DC-10 de la Continental Airlines, que había despegado minutos antes que el F-BTSC, había perdido un montante de una de sus turbinas y yacía en la pista desde aquel momento. Air France y muchas familias alemanas, ya que los pasajeros eran de esta nacionalidad, llevaron a Continental a los tribunales.

Otras muchas hipótesis estaban presentes: el vuelo AF4590 se retrasó sobre una hora debido a problemas mecánicos. Dichos problemas eran que la reversa del motor número 2 estaba averiada. La reversa es la pieza que en los aterrizajes, dirige el chorro de aire de los motores en una dirección normalmente perpendicular a la de vuelo, a fin de ayudar a frenar el aparato. La reversa (que mucho dio que hablar en los días posteriores al accidente) nada tuvo que ver en los hechos. El comandante del Concorde, Christian Marty, siguiendo los procedimientos de Air France, ordenó que la pieza fuera reemplazada y los mecánicos cogieron una de otro Concorde que se encontraba en el aeropuerto francés y que la cambiaran. Esta manera de actuar reflejaba el servicio de la compañía francesa, que se negaba a subir a los pasajeros a un avión con piezas defectuosas y del servicio único y sin igual que el Concorde recibe.

   

Reversas de un Concorde de British Airways
Las reversas, de forma circular, cuando se encuentran en su posición
cerrada, desvían el flujo de aire fuera de la tobera para ayudar a frenar.

 

Al lugar del accidente se trasladaron muchas personalidades importantes y uno de los primeros fue el mismo presidente francés. Jacques Chirac se encontraba en un 747 de Air France que acababa de aterrizar de Tokio y a dicho avión se le ordenó que esperara y diera paso al Concorde. Así pues, tanto él como su esposa Bernardette, pudieron ver toda la sucesión de los hechos. El presidente alemán Gerhard Schröder al igual que el primer ministro francés, Lionel Jospin, también se desplazó hasta el lugar y muchos mandatarios de todo el mundo, como el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, los Reyes de España y la vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Transportes, Loyola de Palacio, transmitieron las condolencias por el suceso.

 

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